viernes, 13 de noviembre de 2009

La reforma de la casa.

Hoy mi mujer se ha levantado de reformas. Se ha cansado de ver la casa tal y como está y ha decidido que ya es hora de meterla mano
 
Ella a la casa, que quede claro.


De manera que:

  1. Como la calefacción que tenemos ahora no es eficiente, ha decidido poner suelo radiante cubierto por tarima de madera (madera noble, of course)
  2. El aire acondicionado será individual y actuará conjuntamente con la calefacción para que la temperatura en casa sea siempre de 24.0º (ojo al .0, no 24.3º ó 23.7º siempre 24.0º)
  3. La luz. Vamos a sustituir todas las bombillas por puntos de luz a base fibra óptica. De esta manera contribuiremos  a evitar el efecto invernadero.
  4. Las ventanas hay que cambiarlas todas. Las actuales son de climalit, pero parecer ser que hay otras que cambian su color en función de la luz externa, lo que ahorra energía (Todo sea por luchar contra el cambio climático). Además son opacas al exterior y nos ahorraremos las cortinas (que siempre está bien en tiempos de crisis)
  5. Los cuartos de baño. Alicatarlos de nuevo con cerámicas ecológicas. Los baños e inodoros, inteligentes con temperatura adecuada a las necesidades de cada usuario.
  6. Las habitaciones de los niños. Nada de papel pintado, que supone talar no se cuántos árboles en la Amazonia. Pintadas a mano por un pintor o pintora de interiores de manera que el ambiente representado les facilite la adquisición, desarrollo e interiorización de hábitos saludables, autoestima, seguridad; y que les permitan analizar las discriminaciones de género que se dan en el ámbito de la sexualidad.
 Espero no haberme olvidado de nada

Así que hemos reunido a una palestra de pintoras y pintores, decoradores y decoradoras,

observar como voy alternado el masculino y femenino, para no dar prioridad a ninguno de los géneros.

aparejadoras y aparejadores, albañiles y albañilas para que nos hagan el trabajo, y los muy demagogas y demagogos no se les ha ocurrido otra cosa que presentarnos un presupuesto astronómico, por cierto.

¡Es que no son conscientes que con la crisis que hay, TODO ESTO hay que hacerlo a COSTE CERO!

Ahora, pongamos que hablo de Educación.

martes, 10 de noviembre de 2009

Los límites de la técnica

Citius - Altius - Fortius (Más rápido, más alto, más fuerte) reza el lema de los Juegos Olímpicos y de la misma manera que en el deporte, la tecnología siempre trata de ir más rápido, más alto y más fuerte. La diferencia es que si bien en el deporte es posible hacer trampas, en el tema de la ciencia la cosa se complica bastante, sobre todo cuando queremos ir al límite.

En todos los medios se comentan con gran profusión las "cagadas" de los científicos: que si el Hubble estaba miope, que si el LHC lo ha jodío un pájaro... De entrada reconozco que soy el primero en reírme y pasar un buen rato con los comentarios jocosos que hace el personal, pero...

La vida es demasiado corta como para tomársela en serio


... no estaría de más, que recapacitásemos sobre los límites a los que se está trabajando.

En el caso del Hubble, hubo un fallo en el pulido del espejo primario del telescopio. El espejo tiene un diámetro de 2.4 m y tenía los bordes demasiado planos por un error de aproximadamente 2.2 micras.

Lo que viene a ser 1/15 el grosor de un pelo.

El LHC es una estructura de 27 km de longitud, donde las piezas tienen que encajar con una precisión de 0.0001 m. No hay ningún cero de más. Hablo de una décima de milímetro: el grosor de un pelo.


A mi lo que parece milagroso, no es que esto se lo cargue una miga de pan. Para mi lo milagroso es que funcione.

Y ahora viene la segunda tanda de preguntas que siempre se hacen. ¿Aparte de para sacar fotos tan bonitas como la que pongo, para qué coños sirve gastarse todo ese dinero en semejantes juguetes?

Dejemos que sea la madre historia la que responda.

Cuando Faraday mostró en público sus experimentos (que moviendo un imán en las proximadades de una bobina se produce una corriente eléctrica), dicen que se le acercó una señora y le preguntó que eso para qué servía.

- ¿Y para qué sirve un recién nacido? - fue su respuesta.

Otra versión dice, que fue un recaudador de impuestos quién le hizo la pregunta. En este caso la respuesta fue:

- No lo sé. Pero seguro que en unos años, ud. estará cobrando impuestos por ello.

De todas formas, si lo que nos preocupa es que la administración malgaste nuestro dinero, aquí tenéis unos cuantos ejemplos:

Tercer premio:  La Unión malgastó al menos 2.600 millones en 2008
Segundo premio:  Dilapidando el dinero público

y el ganador es.

Seguro que se les ocurren mejores candidatos. Se admiten sugerencias.

sábado, 7 de noviembre de 2009

En defensa de la telebasura

Trato de, en la medida de lo posible, dedicarle la mañana de los sábados al sano ejercicio de bloguear. Leo mis enlaces favoritos y, sobre todo, los comentarios, que muchas veces son más jugosos que las propias entradas.

El blog de Koti, tiene algo muy útil: una zona que te dice quien ha comentado últimamente. De manera que me llamó la atención ver como la Princesa del Guisante había hecho un comentario a una antigua entrada

Ambas entradas me han recordado una discusión, que no pelea, que tuve con mi mujer a cuenta de la publicación el pasado verano de esta foto. Todo comenzó cuando se publicó que a nuestra vice, al enterarse de que la habían fotografiado en biquini paseando por la playa, intentó por todos los medios que dicha foto no viera la luz.

Mi cabreo estaba motivado por este hecho. Si ella sentía que su intimidad estaba siendo vulnerada, que recurriese a la Justicia, como cualquier españolito de a pie, pero que no utilice su posición para conseguir fines privados.

La postura de mi mujer era que la foto de la Vicepresidenta, al no ser de interés público no debería de haberse publicado y en eso estoy de acuerdo con ella. Pero, ¿quién decide lo que es de interés público? El hecho de que haya programas o periodistas que se dediquen a publicar temas que, manifiestamente no son de interés público puede no gustarnos, pero al fin y al cabo no más que una muestra de que hay algo de libertad.

No veo la tan denostada telebasura, de hecho apenas veo la tele, pero defiendo que exista. Y lo hago precisamente por la misma razón.

Estoy seguro que en países tipo Corea del Norte o Irán no existen este tipo de programas.

Claro que habrá quien argumente que dado que lo único que enseñan es un muestrario de comportamientos zafios, groseros, vomitivos y, en muchos casos, medio pornográficos deberían prohibirse. Cierto y podríamos seguir tirando del hilo y prohibir los culebrones y las películas ultra-violentas y la pornografía y ... ¿dónde paramos?

En resumen estoy a favor de su existencia no porque nos hagan más libres si no porque su prohibición sí que nos hace menos libres.