miércoles, 12 de junio de 2013

De los berzas y otras malas hierbas (intelectuales)

A raíz de una reciente serie de post sobre el aborto, ojo que este post no va de esto, y otros sobre la enseñanza, la LOMCE (Ley de Ordeno y Mando de la Conferencia Episcopal) o de viajes me ha vuelto a sorprender la falta de rigor del personal a la hora de hablar o de aportar datos al hacer algún tipo de afirmaciones. Y es que a mí el que la gente haga afirmaciones gratuitas, llevadas muchas veces por el fanatismo o simplemente por su propia idiocia es algo que siempre me ha cabreado. Para compensar disfruto cuando me encuentro con tipos como Miros o Lansky que, con independencia de que coincida o no con sus opiniones, suelen justificarlas razonadamente.

¿Cómo alguien puede soltar algo del tipo curiosamente a todos los que les gusta el fútbol odian el baloncesto sin aportar algún referencia que lo refrende?. Pues muy sencillo: es algo que todos sabemos.

Este tipo de personas olvidan lo tremendamente polifacético que es el ser humano: a uno le puede gustar la carne, sin que por ello le deje de gustar el pescado o la verdura. Olvidan también que el hecho de que a todos los vegetarianos les guste la verdura, el gustarte la verdura no te hace vegetariano.


Aquí van otras dos perlas que me he ido encontrando:
  • El sistema educativo A es mejor que el B, y la prueba es que a mí me ha ido mejor. Si no me cree pregunte Ud. en la calle y verá como todo el mundo opina lo mismo. (Aquí sustituya sistema educativo A por enseñanza concertada/pública y B por pública/concertada; que idiotas los hay en los dos bandos) 

  • Me quedé a trescientos metros de lo que buscaba porque me ha fallado el GPS. Uno no es un berzas porque no sepa manejar el GPS o la lavadora. Uno se convierte en berzas cuando culpa a los cacharros de sus errores y de su ignorancia. Mire, so berzas, los GPS, como las calculadoras, acostumbran a no fallar. Si acaso se quedan sin pilas, y cuando fallan lo hacen de forma tan estrepitosa que es imposible no darse cuenta. De suerte que si una calculadora falla, la respuesta al decirle 2+3 no va a ser 4,9 será 99999,999 o se pondrá a parpadear como una loca. Por idéntico motivo un GPS no cometerá un error de 300 m al llegar a su punto destino, lo cometerá, si falla, de 3000 km. A título informativo las posibles fuentes de error en ese caso son:
  1. Que el usuario no haya introducido bien las coordenadas
  2. Que al usuario se le haya olvidado introducir la altura (Esto en los navegadores de coche no hay que hacerlo, pero sí en los de mano. Por eso no conviene usar un navegador de coche para ir por el campo)
  3. Que el usuario haya sacado las coordenadas en un mapa referenciado en un determinado datum y que el GPS lo tenga funcionando en otro.
En cualquier caso el error es siempre humano y nunca de la máquina que, para más inri, no puede defenderse

Insisto que no pasa nada por no saber manejar un GPS o una lavadora… pero si Ud. mezcla ropa roja con blanca en su lavadora, lo más probable es que terminando sacando ropa rosa y, en este caso, toda la culpa será suya. De manera que si le pasa eso y Ud. culpa a la lavadora tendrá todo el derecho del mundo a llevarse el título de Berzas del Año.

Dejo al final, por ser los más peligrosos, a los fanáticos: aquellos que culpan de todos los males, reales o imaginarios, del mundo a un determinado Ente (ya sea la banca, los mercados, los judíos, Satán o las iglesias) sin pararse un momento a pensar (claro que si pensaran no serían fanáticos) que a lo mejor no todo es blanco o negro y que todas las culpas o males de este mundo no son de ese determinado Ente, objeto de nuestro odio, si no que están en nosotros mismos.

Lo que, naturalmente, no quita para que el Ente en cuestión sea un joputa del quince.

En fin supongo que esta forma de pensar hace de mi un tipo bastante borde y que, a poco que me lo proponga, sea bastante desagradable.